8 ago 2013

Benedetti, qué grande Benedetti

“He llegado a pensar que, después de todo, la conciencia es simultáneamente nuestro cielo y nuestro infierno. El famoso juicio final lo llevamos aquí, en el pecho. Todas las noches, sin ser conscientes de ello, enfrentamos un juicio final.Y es de acuerdo a su dictamen que podemos dormir tranquilos o revolcarnos en pesadillas. Ni salomón ni psicoanalista. Somos juez y parte, fiscal y defensor, que mas remedio. Si nosotros mismos no sabemos condenarnos o absolvernos ¿quien sera capaz de hacerlo? ¿quien tiene tantos y tan recónditos elementos de juicio sobre nosotros mismos como nosotros mismos? ¿acaso no sabemos, desde el inicio y sin la menor vacilación, cuando somos culpables y cuando inocentes?”

4 comentarios:

  1. El error es que seguimos viendo al cielo como un premio y al infierno como un castigo, siempre a futuro, cuando, en realidad, ambos (si es que existen) acontecen en la tierra misma...

    Saludos

    J.

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  2. si no? a veces somos tan dramáticos... creo que empezamos a verlo asi en respuesta a qué hay después de la muerte, pero tal vez deberíamos cambiar las reglas del juego

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  3. Mientras veamos la muerte como el final de algo, no creo que cambiemos la forma de vivir.

    Suerte

    J.

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