9 oct 2013

La muerte es una habitación vacía.

Una habitación vacía.
Una habitación vacía.
Una habitación vacía.
Una habitación vacía.


Era el momento de descubrirlo físicamente; ya todo me había atraído de él como para tener ganas de completar mi curiosidad. Aunque eso es imposible (no le gustaba sacarse las medias ni aunque sea verano) por que siempre hay algo nuevo para descubrir. Conseguimos a forma de telo la casa de una amiga que no conocíamos. Ella se fue de viaje y nos prestaron la dorada llave de una casa antigua de Lomas de Zamora.
Llegamos y era ideal; una hamaca paraguaya en la habitación, 4cervezas, unos gatitos cachorros durmiendo por ahí, la luz de la Luna que daba a la cama, ésta acomodada de frente a un ventanal gigante. La luna nos espiaba, pintándonos de azul, tiñiéndonos de ganas. La casa no tenía luz, pero no importaba. A penas agua, como las casas de Mar del Plata. 
Nos desnudamos y también nos desnudamos el alma.
Y pasaron todas esas cosas que uno espera que pasen.
Y nos reímos tanto, y nos besamos tanto que no podíamos más.
Al día siguiente cuando me desperté conocí sus ronquidos; eran lo más horrible que alguien podría escuchar. Pero estaban acompañados de una cara tan tranquila y bonita que no hacían más que parecerme música.
Me arreglé un poco en el baño; era un desastre. Y el baño un asco. Y la cocina me daba un poco de miedo, pero me arrimé a hacerle unos mates. 
Me acuerdo de la primera vez que abracé su espalda. 
Siempre fue tan grandote. 
Siempre sentí que él me protegía.
Nos fuimos.
Me olvidé una remera.



Una habitación vacía.
Una habitación vacía.
Una habitación vacía.
Una habitación vacía.


12 comentarios:

  1. Y una habitación vacía y de noche es peor... Pero siempre esta la play station para solucionarlo (?)

    ResponderEliminar
  2. Posta que la muerte es una habitación vacía, a veces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. una mente encerrada en la muerte debe ser una habitación vacía por siempre.

      Eliminar
  3. Uhhh! Cuántos recuerdos! Yo fui a esa casa, en el medio de la nada, en las afueras de Mar del Plata. Quince días en pleno invierno. Nos escapamos, desaparecimos del mundo, apenas si teníamos plata para el pasaje, le robamos la llave de la casa a una tía.
    Quince días sin luz, sin gas, sin agua, en una casa que se caía a pedazos, a cincuenta metros del mar... Y nunca sentí frío, no hubo tiempo para eso... La muerte también puede ser una habitación llena de experiencias...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. es que justamente quise mostrar el blanco y el negro de la situación; una habitación vacía, quedada en el tiempo siempre será una habitación vacía. llena de cosas a las que nadie le da vida. pero cuando sucede toda la tramoya amorosa se puede apreciar, usar, conocer, mirar; pasa a ser una habitación nueva, un nidito de amor temporal. para luego, después de un par de polvos y besos, morir otra vez.

      Eliminar
  4. Más que una habitación vacía, la muerte puede ser una habitación llena, que hay que vaciar.

    (La gente que no se saca las medias me hace sospechar que tiene hongos... (?)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. mirá, te voy a decir una cosa: ya hace dos años y unos meses que estoy con él y todavía JAMÁS le vi los pies; mas misterio, imposible... :P

      Eliminar
    2. Es un mutante del espacio, que se mimetizó con los humanos en todo el cuerpo, salvo en los pies. Seguro.

      :D

      Eliminar
    3. jajaja. me hiciste reir. uno nunca sabe..

      Eliminar
  5. Un momento único (quizá similar a otros, pero único), e irrepetible (porque se parecerá a algunos anteriores o a otros posteriores), pero ya no será lo mismo.

    Suerte

    J.

    ResponderEliminar
  6. la muerte es una habitación vacia, una habitacion vacia es la muerte

    ResponderEliminar