21 may 2014

Me olvidé de algo

Antes que nada quiero aclarar, a todos mis conocidos (que añoro muchísimo) que estoy bien; contarles que, es una mentira aquello del infierno y el cielo; todos vamos al mismo lugar. Así como en la tierra los gloriosos y los enfermos de cólera viven en la misma cuadra. Es lo mismo.
Es curioso que esté escribiendo porque, en realidad, aquí ya nadie escribe. Todos aquellos que dedicaban hojas y hojas a sus percepciones de la vida, dejan de hacerlo cuando ya no la tienen. Debe ser por que después de muertos se dan cuenta que eso es cosa de humanos. Vivos, claro. Aquí no hay nada por aprender; nada por enseñar; las moralejas ya no tienen sentido; aquí estamos convencidos de que escribir  no sirve para nada. Allí, en la Tierra, todavía les quedan esperanzas.
Recuerdo que, hace mucho tiempo atrás, tuve mi primera muerte. Si es que alguno de mis allegados lee este escrito, les agradezco la compañía en el Hospital Los Juncos, donde me atendieron excelentemente bien. Pero, claro, mis pulmones estaban ya oxidados y no había marcha atrás. No me arrepiento de haber fumado toda mi larga vida; siempre ha sido un compañero leal el cigarrillo, aunque su traición ya estaba cantada.
No me quiero ir por las ramas. Un segundo antes de morir, cuando estaba leyendo los papeleos y dejando mi firma aquí y allá, el Guardián del Arco me preguntó si tenía alguna duda, si necesitaba algo, si podría él hacer algo por mí. Obviamente me pareció un disparate que me preguntara algo así en esa instancia, parece que la costumbre al trabajo, la burocracia lo hace a uno menos humano. ¿Cómo uno no quisiera siempre algo más antes de morir? ¿Cómo podría tratar con tanta irrelevancia algo tan trascendental como la muerte? Parecía que éste desalmado había muerto antes de Cristo. 
 La hora había llegado. No quería que se alargara más. Pero sentía algo extraño, sentía que no me preocupaba tanto la muerte si no algo que me parecía que estaba ignorando.
¿Nunca sentiste al salir de tu casa que te estabas olvidando algo? ¿la billetera? ¿el celular? ¿un abrazo?
No podía irme con esa gran duda, me parecía que me estaba debiendo algo que no podría dejar de lado.
Le pregunté al Guardián si podía esperarme un momento, un momento nomás; que volvería en un instante, si no le molestaba, que tuviera esa amabilidad, insignificante para él, importante para mí. Vaciló. Miró mi expediente. Me miró. Se mostró con un gesto de incomprensión pero a la vez fue como si entendiera de qué le estaba hablando y me dijo que no tardara tanto, que si alguno lo veía siendo tan generoso conmigo vendrían miles a pedir lo mismo, y muchos se le escaparían, claro, de la muerte, del paso al Arco. 
Recorrí mi vida entera en un microsegundo. Me ví en los viajes de trabajo a Francia; en los nietos que nunca visitaba, en la mujer que hacía años me olvidé de volver a conquistar, después de conquistarla; en el perro que aún me movía la cola al entrar pero al que ya no saludaba con tantas ganas (después de tantos almohadones rotos). Recorrí el tiempo dedicado al estudio y a la oficina, que al fin fueron, una pérdida de tiempo. Volví a vivir tantas tardes de reuniones laborales con personas que ni siquiera fueron a verme a  Los Juncos ni seguramente a mi velorio. Vi mi casa de cuando era un niño; los juguetes aún recordaban mi nombre pero yo, ya no recordaba el de ellos. Mi madre murió cuando yo estaba en un viaje de negocios. Recorrí la canchita de Hurlingham que hacía tanto no corria, aún cuando me funcionaban las piernas. Los amigos que había dejado, con el tiempo, en la memoria. Mis hijos, tan grandes, ya no venían al asado de los domingos. Y también vi a el sol, que siempre salía a visitarme, pero que hacía mucho tiempo  no lo saludaba, al acostumbrarme que siempre esté allí.
Me olvidé, claro, de vivir.


16 comentarios:

  1. muy lindo, y muy cierto... hay que vivir (no es fácil igual eh)... salu2...

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  2. Para el Guardián la muerte es un trámite, parece.

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  3. Muy, muy bueno tu escrito.

    Un placer leerte.

    Beso.

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  4. Joder me voy a plantear seriamente dejarme el tabaco. Buenísimo el texto.

    Besos.

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  5. ¿El personaje pasó por Hurlingham? Que interesante.

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  6. Muy bello Belén. Estas muy existencialista últimamente, te recomiendo leer Memorias del subsuelo de Dostoievski, si es ediciones Libertador mucho mejor. No es tan caro sale 25 pesos en calle Corrientes. Me alegra que pongas de manifiesto tu aversión por el sistema imperante, el mismo que me lleva a la perdición también a mi. Beso.

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  7. Algunas cosas no las olvidamos nunca, una sonrisa, una palabra, una caricia; otras, en cambio, se borran de nuestra memoria tan rápido que a veces dudamos si alguna vez existieron o no...

    Buen texto.

    Te mandé un correo a tu casilla de hotmail.

    Saludos

    J.

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  8. Yo sabía todo eso nada más nacer.
    Y siempre me miraron como un loco.

    Besos.

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  9. Me ha gustado mucho tu escrito, un buen recuerdo para que la gente viva y valore lo importante. Te cuento que uno valora la vida cuando ésta te da un golpe tan fuerte que sabes que pasar por ella es una etapa que no dura eternamente... Son muchas las etapas que vives hasta lograr hacer las paces contigo misma... Parece mentira, pero llega un día que lo malo se evapora como en una niebla espesa y empiezas a saborear todo lo bueno que la viviste y poco a poco, vas cosiendo esas zonas del círculo que estaban descosidas y llega un día que ya no te importa marchar porque ves que pasaste por la vida, no la vida por ti...
    Perdona el rollo, en este momento estoy en el hospital y lo único que pido es que la vida no me dé más de lo que pueda soportar.
    Te sigo leyendo, aunque no siempre pueda escribir. Bss.

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  10. Muy entretenido y bien llevado tu escrito, con muchos tintes de originalidad. La historia me llevó de la mano hasta el final. Gusto en conocerte....

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  11. Es cierto como decía aquel sabio cantante que la vida es aquello que pasa mientras estamos ocupados en otra cosa. A mí me ha gustado ese regresar como el que se deja la llave o algo y vuelve. No me queda claro si te arrepientes del tabaco.

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  12. Muy bueno Belén, realmente moviliza.
    te felicito.

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  13. En cada giros de la vida tenemos las opciones de encontrarnos, perdernos, o quedar impasibles.

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  14. vas a hacer el cuestionario? daleeeeee... copate... besos...

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  15. Nos podemos olvidar de muchas cosas, pero de vivir debería ser lo último.
    Encantada de decubrir tu blog.
    Un saludo

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  16. Muy bueno señorita hincha de Vélez.

    Saludos.

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